Vacìo de entrañas
la corteza del atrofio ha emergido.
Si el soñador no posee màs que realidad
ha de dejar de falsear sus monstruosidades.
Desfallecimiento,
contorsiòn fatal de ilusiòn interrumpida.
A estas alturas
el chasquido del desconcierto parece insostenible.
Mastiquemos realidad
para caer de una vez en el despeñadero del olvido.
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