domingo, 27 de diciembre de 2009

...

Quiero que necesites de mí, que me implores, que te desvivas, que no me dejes vivir, que me destroces el alma, que me hagas caer contigo. Puedes botarme, pisotearme, morderme, desgarrarme las entrañas. Puedes hacer lo que te venga en gana conmigo, pero lo único que te prohíbo es que no seas la peste que lacere mis poros.

sábado, 26 de diciembre de 2009

La vida humana es algo que nos concierne a todos aquellos que deambulamos por la tierra y ¿haciendo qué? He ahí el meollo de toda esta parafernalia llamada vida. Cada persona le da un enfoque individual y “único” dentro de la universalidad que se propaga en todos los humanos, pues a pesar de la existencia de diversas realidades de vida, existen ciertos patrones que son repetitivos y, más aún, que son parte infalible del mejunje humano, algo propio y básico de lo cual nacen todas las posteriores variaciones. A esto quizá podríamos llamarlo “naturaleza humana”, que pasaría a ser un conjunto de patrones de índole mental y biológica estandarizados y “universales”.
Pues bien, el objetivo que buscan estas páginas tiene por cometido, entonces, centrarnos en algunas de las diversas variaciones que toman algunas realidades humanas (las más generalizadas, por supuesto) en su insaciable búsqueda de sentido y placer, aunque principalmente este último, dado que si este “placer” tiene un enfoque positivo puede engendrar alguna especie de sentido. No podríamos decir que un ser humano es “feliz” si no tiene sentido, pues el absurdo inmola cualquier clase de pretensión al bienestar deseado. ¿Alguien que no sabe qué dirección seguir ni qué buscar se siente tranquilo y satisfecho viendo cómo todos los demás llegan a la cima y él pasa a ser la bazofia de la sociedad? Lamentablemente (o afortunadamente ¿?) el ser humano, por naturaleza, tiene un arraigado sentido de búsqueda de un estado más elevado (ambición), el cual puede ir enfocado a cosas básicas como lo son el confort material y de supervivencia: “se vive para comer”; o también a los menesteres de más trascendencia, como lo son la creación y la perfección a nivel mental e interior: “se come para vivir”. La primera búsqueda corresponde a las masas; y la segunda, a las minorías.
Toda esta aglomeración de pensamientos irá determinado tan sólo por el enfoque mental propio de su autor (en este caso, yo) y su visión de vida. Claro está que no se trata de inculcar una verdad absoluta, sino más bien es un intento de dilucidar algunos aspectos del "sentido de la vida", con respecto a lo cual postulo a que el objetivo universal de la vida humana está dirigido al placer/felicidad, dentro de lo cual, dependiendo de diversos factores, comienzan a variar su enfoque, es decir, el objetivo es universal, y el sentido es individual, pues cada ser humano forma o deforma su realidad como estime necesario para alcanzar sus fines de “felicidad”, la cual en realidad es un fin “utópico”, pues jamás llega a alcanzarse realmente, y por lo mismo el ser humano busca insaciablemente llegar a una cima imaginaria. Las personas sólo podemos aspirar a las efímeras alegrías que nos otorga el proceso de búsqueda, mas no así la soñada felicidad absoluta e inmutable. Pero como en esta vida no sólo hay momentos de austera y sólida prosperidad, también hablaremos de la sórdida decadencia humana, nacida de todos aquellos fracasos y caídas a lo largo del sendero de aprendizaje y exploración. De hecho, creo que este aspecto tendrá una relevancia especial al interior del texto, pues son precisamente aquellos aspectos negativos los que hay que regularizar para poder tener una vida más llevadera.


(Fragmento de la introducción del mini proyecto con el infeliz de Víctor. Obviamente esto está un tanto -o bastante- desordenado y desestructurado,.. pero en fin, eso es lo que ha cagado mi cabeza hasta el momento jajaja)

sábado, 19 de diciembre de 2009

Distancia justa

"En el amor, y en el boxeo
todo es cuestión de distancia
Si te acercas demasiado me excito
me asusto
me obnubilo digo tonterías
me echo a temblar
pero si estás lejos
sufro entristezco
me desvelo
y escribo poemas."

(Cristina Peri Rossi)

El Principito

"A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: "¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?" Pero en cambio preguntan: "¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?" Solamente con estos detalles creen conocerle. Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil pesos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"

De tal manera, si les decimos: "La prueba de que el principito ha existido está en que era un muchachito encantador, que reía y quería un cordero. Querer un cordero es prueba de que se existe", las personas mayores se encogerán de hombros y nos dirán que somos unos niños. Pero si les decimos: "el planeta de donde venía el principito era el asteroide B 612", quedarán convencidas y no se preocuparán de hacer más preguntas. Son así. No hay por qué guardarles rencor. Los niños deben ser muy indulgentes con las personas mayores.

Pero nosotros, que sabemos comprender la vida, nos burlamos tranquilamente de los números."

(Antoine de Saint-Exupery)

jueves, 17 de diciembre de 2009

Eso era amor

Le comenté:
- Me entusiasman tus ojos
Y ella dijo:
- ¿Te gustan solos o con rimmel?
- Grandes,
respondí sin dudar
Y también sin dudar
me los dejó en un plato y se fue a tientas.

Ángel González

Metafísica de los tubos

"Existe una metafísica de los tubos. Sobre los tubos, Slawomir Mrozek ha escrito palabras que uno no sabe si son abrumadoras en su profundidad o extraordinariamente desternillantes. Quizás sean ambas cosas a la vez: los tubos son una singular mezcla de plenitud y vacío, de materia hueca, una membrana de existencia que protege un haz de inexistencia. La manguera es la versión flexible del tubo: su blandura no la convierte por ello en algo menos enigmático.

[..]

El tubo, en cambio, era pura y simple pasividad. Nada le afectaba, ni los cambios de clima, ni el anochecer, ni los cien pequeños tumultos cotidianos, ni los grandes e insondables misterios del silencio.

[..]

En realidad, Dios era la encarnación de la fuerza de inercia, la más podera de las fuerzas. También la más paradójica de las fuerzas: ¿existe acaso algo más extraño que ese impecable poder que emana de lo que no se mueve? La fuerza de inercia representa el poder de lo larval. Cuando un pueblo rechaza un adelanto fácil de llevar a cabo, cuando un vehículo empujado por diez personas continúa sin moverse, cuando un niño se apoltrona durante horas delante del televisor, cuando una idea cuya inanidad ya ha sido demostrada sigue causando estragos, uno descubre, con estupefacción, la tremenda influencia de lo inmóvil.

Tal era el poder del tubo."

Amelie Nothomb

domingo, 13 de diciembre de 2009

"Donde la vida y la muerte, lo real y lo imaginario, el pasado y el futuro, lo de arriba y lo de abajo, dejan de percibirse contradictoriamente".

(André Breton)

sábado, 12 de diciembre de 2009

Alienación

Alienación, extrañamiento de uno mismo frente a otros individuos, a la sociedad o al trabajo. Por lo general, se atribuyen al término significados con frecuencia contradictorios. Los psiquiatras, por ejemplo, consideran que la alienación es un bloqueo autoinducido o una disociación de sentimientos que produce en la persona una reducción de su capacidad social y emocional con las consiguientes dificultades para ajustarse a la sociedad. Sin embargo, algunos filósofos creen que el origen de la alienación no está en la persona sino en una sociedad vacía y despersonalizada.

Algunas de sus características son: el comportamiento auto-estimulatorio, "extraños" movimientos, intereses intensos e inusuales, repetitividad de rutinas, apego a ciertos objetos, anulación de la personalidad individual, confusión del raciocinio, excitación psicomotora, incoherencia del pensamiento, perplejidad, síntomas alucinatorios oniroides, locura...

(Extractos robados de por ahí)

¿?

Soledad, soledad... amena soledad, mas luego sobreviene una tortuosa desolación...

Amiga del desasosiego... ¿Qué es lo que quiere? ¿Por qué desea tan fervientemente consumirse? ¿Alcohol? ¿Siente que no resiste más?

"Diluírme en alcohol y sentir las pilsaciones intensas del desvarío..." -¿Se ríe de usted misma?- "Necesito respirar con precipitación, necesito estar sumergida en la inconsciencia, sólo ver imágenes nubladas y no existentes, necesito extraviarme para no volver más, necesito... ¿qué necesito? ¿Qué es lo que anhelo? ¡Nada! ¡Maldita sea! ¡Nada! ¡No tengo nada!" -¿Vacío? ¿Ya comenzó a quejarse? ¿Autoconmiseración inducida?- "¡Navego en un mar sin agua! ¡Respiro un aire inexistente! ¿Qué poseo? ¿Quién está a mi lado? Soy como una simple gota que cae, perdida entre escondrijos que no conoce, de a poco se hunde más en aquel mundo desconocido y lentamente se extingue, evaporándose, sofocándose, perdiendo su forma terrenal..."

Lobo Estepario

"Yo voy,lobo estepario,trotando
por el mundo de nieve cubierto;
del abedul sale un cuervo volando,
y no cruzan ni liebres ni corzas el campo desierto.

Me enamora una corza ligera,
en el mundo no hay nada tan lindo y hermoso;
con mis dientes y zarpas de fiera
destrozara su cuerpo sabroso.

Y volviera mi afán a mi amada,
en sus muslos mordiendo la carne blanquísima
y saciando mi sed en su sangre por mí derramada,
para aullar luego solo en la noche tristísima.

Una liebre bastara también a mi anhelo:
dulce sabe su carne en la noche callada y oscura.
¡Ay! ¿Por qué me abandona en letal desconsuelo
de la vida la parte más noble y más pura?

Vetas grises adquiere mi rabo peludo;
voy perdiendo la vista,me atacan las fiebres;
hace tiempo que estoy sin hogar y viudo
y que troto y que sueño con corzas y liebres
que mi triste destino me ahuyenta y espanta.

Oigo el aire soplar en la noche de invierno,
hundo en nieve mi ardiente garganta,
y así voy llevando mi mísera alma al infierno."

(Hermann Hesse)
Sing, burn, flee, like a belfry at the hands of a madman.
My sad tenderness, what comes over you all at once?
When I have reached the most awesome and the coldest summit
my heart closes like a nocturnal flower.


You gather things to you like an old road.
You are peopled with echoes and nostalgic voices.
I awoke and at times birds fled and migrated
that had been sleeping in your soul.

(maraco Neruda)

Caída

Perdón por desear, perdón por no poder cercenar esta bestialidad, por no dominar el delirio carnal que nos llevó a la hecatombe. Perdón por no haber trascendido ésta mi naturaleza tan miserablemente humana. Perdón. Pero fue inevitable inhalar tu aroma, saborear tu boca, absorber tu esencia, quizá hasta no quise evitarlo, fiel a mi locura delirante... Cuántas veces nos prometimos no caer en esta enfermedad que nos corroe, pero cuán ingenuos fuimos; y cuán débiles, para doblegarnos a tal punto a nuestro deseo...

Tus pupilas dilatadas, tu respiración agitada... todo me lleva ineludiblemente a nuestro encuentro. Habíamos recorrido las calles desiertas, sin rumbo fijo, aspirando la sublime lluvia que caía amenamente sobre nosotros. Apretabas mi mano fuerte, como quien desea verse cobijado ante algún peligro. Creo que presentías que algo acontecería aquella noche. A ratos te observaba, tu mirada perdida divagaba por indescifrables arcanos. En este letargo ponzoñoso nos sumergimos hasta quedar empapados de aquellas frágiles gotas de agua, tan frágiles como tu pequeño cuerpo, tu delicada belleza de niña en flor. Fueron horas de caminar sin dirección. Ya un tanto fatigados, volvimos a nuestro humilde escondite. Por suerte aún quedaban algunas brasas de fuego. De pronto te observé y vi tus ojos brillantes, fulgurando con ímpetu. Inevitablemente lo supe. Te erguiste sobre tus pies disminuyendo nuestra distancia y tocaste sutilmente mis labios. No pude reprimir mi monstruosidad. Todo dejo de racionalidad se esfumó. Sólo sé que de un momento a otro estabas desnuda, despojada de tus promesas, tus miedos, tu mente... No éramos tú ni yo, ambos lo sabemos. Esa noche todo acababa, luego de la carne sólo queda el inexorable vacío. No pudimos conjugar las cosas ¿Alguien puede?
En este desvarío insano, tracé tu vientre fatalmente perfecto. Tus aciagas curvas enardecieron mi deseo. Tus pequeños pechos trágicamente etéreos se erguían expectantes. Su sabor era dulce, todo en ti sabía a miel. Apreté tu cuerpo contra el mío con lujuria. Nuestras mentes en blanco, inmiscuidas en la nada universal, en la puta nada del todo. Gritaste, aullaste de dolor por lo perdido, y de agridulce placer por lo consumado. Te impregné de mí. Perdimos la noción de nuestra vacua existencia... No sé cuánto tiempo transcurrió, sólo sé que nos destrozamos el alma.
El aroma a niña desflorada te consumía. Sollozabas tristemente. No podía soportarlo, me devastabas con tu fragilidad y, a pesar de que al igual que tú me hallaba aniquilado por nuestro lascivo sopor, te envolví con mis brazos, te apreté, como queriendo adherirme a tu piel y lloré de desesperación por perderte, por perdernos mutuamente. Ambos lo comprendíamos.
Besaste mis lágrimas, acaricié tu piel... Amanecer, mustio amanecer... Cuando se ha volado demasiado alto, la caída es aún más fatalmente dolorosa. Fuiste mi Venus divina, mortífero antídoto y veneno al mismo tiempo.
Yo voy, cual perro solitario, deambulando sin sueños por mi taciturna existencia. Ya no sueño, pues ya he tocado los límites de lo onírico con tu efímero tacto en ésta mi estéril vida. Después de ti no queda más que el bestial vacío.


(Hueà patètica enviada para una publicaciòn.)

Ciclo de olvido

Fragilidad, esa es la palabra que enmaraña esta su perecedera "cercanía" para con otros de su especie. Al fin y al cabo, todas las almas que divagan inmersas en el trágico compás descompuesto de la vida se encuentran solas [en esencia]. Es uno de los pilares ineludibles de la vida.

Quiere llorar, pero tiene los ojos secos. Duele ¡cuánto duele, maldita sea! Ni siquiera puede darse el placer de sofocarse en llanto, ni siquiera eso... De alguna manera necesita canalizar esa dolencia encequecedora ¡pero no sabe cómo! Escribe casi por inercia, intentando buscar las palabras precisas para describir aquella peste que la carcome, pero... pero no, no sirven, sólo duele, cómo duele... [Emociones fuertes invalidan los sentidos] Maldito atrofio mental, ha soñado ineptamente a sabiendas de la miseria que aquello trae. Le es casi inevitable no forjar utopías que jamás han existido y luego apretarse contra ellas hasta asfixiarse. Aferro malsano... Todo gira en torno a un vaivén inacabable. Los ciclos vuelven a repetirse una y otra vez. Ayer lo amó, ayer cercenaron sus estúpidos sentimientos y hoy intenta olvidar. Mañana pensará amar a otro, y luego a otro... intrascendencia fatal de esta su calidad humana... Aquellos a quienes se aferró pasan vertiginosamente, casi corriendo, por su gran espacio ansioso por ser llenado. Y así como llegan, pronto desaparecen. Mustia ausencia... Vil estupidez... ¿Para qué se molesta en ansiar si pronto se aproxima el tortuoso final?

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Sorbos de dios


Una botella con alcohol; unos cuantos sorbos, sólo unos cuantos; el calor nos inunda, la garganta se dilata pidiendo más; ahora dos sorbos, tres...sólo un poco más; la niebla nos inunda; la mirada se pierde en recuerdos nebulosos; la realidad aniquilante se disipa ahora... ¡sí! ¡Qué hados son estos que me inundan de felicidad! ¡sí! ahora sí creo que la felicidad existe, es tan absoluta!...

El anciano se sienta sobre el escalón de un lugar ajeno, deja su bastón... y comienza a inmiscuirse en las sensaciones más bellas que un humano pueda sentir... la mirada se pierde en sueños prósperos; sus músculos se vuelven lacios: ahora puede volar, puede flotar ¡puede ser Dios!

El viejo hombre despierta; está echado sobre el asfalto duro y frío; sus entrañas pesan, su cuerpo entero se inquieta por la pesadez de ir tan rápidamente del sueño a la pesadilla; el dolor lacerante de saber que en su vida nada posee, sino tan sólo sus tontas carnes, sus insignificantes huesos... y observa... ¡Pero qué desesperación tan horrible lo invade! ¡Qué es esto de saberse uno más de la inmensa masa de máquinas que casi sin control se desbarrancan solas por el abismo del sinsentido!
"Necesito otro sorbo del elixir de la ilusión", "Quiero volver a ser Dios"...

martes, 8 de diciembre de 2009

Palabras bonitas...

Hay días en los que desearía ahogarme con una palabra bella, con unos cuantos monosílabos que parezcan reales en el idioma de las complacencias ilusorias. Desearía que mintieras tan bien que creyera que nada muere, que todo continúa tan bello e inmaculado como lo fue en algún lejano comienzo de su existencia.

Ya no me producen repulsión las mentiras bien maquinadas; ya no reniego de los engaños estructurados a la perfección. LLega un punto en el que el hastío y la desesperanza comienzan por doblegar cualquier anterior pretensión a lo verdadero. Lo real a veces es tan crudo que te aniquilas y bestializas, y te enfermas, y te corroes y... y luego de un tiempo del exilio a lo incierto, descubres con ingenuidad que existen cosas de "bella" índole, risueñas risitas y melódicas palabras... pero la apariencia no es sincera, y aún así aprendemos a cercenar el nefasto grito, dejamos de fruncir el entrecejo y articulamos una fingida sonrisa y... ¡Voilà! "!Te amo, te adoro!". Tu mirada embustera me complace. Ya no hay llagas ¡bravo! Tejiste tan impecablemente tu maraña de quimeras que ahora hasta las llagas superficiales han... [no, no han desaparecido]...¡Silencio! Sí, han desaparecido hermosamente, ahora sonríe sé buena niña, mi bella borreguita...

Por eso, por favor, cierra los ojos y engáñame un momento, engáñate a tí, dime palabras bellas, cree en tus delirios y alucina hasta enfermar ¡Enceguezcámonos mutuamente!

domingo, 6 de diciembre de 2009

Señorita, ¿por qué dice cosas tan aburridas? ¿Por qué intenta hablar si no desea hacerlo? ¿Por qué sólo vomita palabras incoherentes y pobres? ¿Por qué está cada día más inerte mentalmente? ¿Por qué intenta reír como el resto? ¿Por qué ansió tan enfermizamente diluírse entre las masas? Y ahora que lo ha logrado ¿Por qué se margina y amarga? ¿Por qué suspira y sueña por cosas que no serán, desvalora las que son y llora con las que fueron? ¿Por qué vive suspendida entre los rostros y risas de antaño? ¿Por qué no flagela sus pueriles e insoportables deseos y comienza a vivir el presente? ¿Por qué de pronto se le nubla la cabeza y no sabe qué decir teniendo tanto que irradiar? ¿Por qué vive entre quimeras oníricas y no se molesta en hacer algo real?
¿Por qué se pregunta constantemente por qué y jamás llega a nada?
¡Señorita despierte ya! !Hágase a la idea de que si no disuelve su maraña mental jamás existirá realmente! El que no sale del rebaño, el que no controla sus delirios humanos, el que es incapaz de romper con los tortuosos/placenteros cículos viciosos que a cualquiera consume, entonces... entonces no existe.
Todos callan, en especial aquellas voces interiores. Nada, nada, no hay nada que decir, nada que mirar, nada que expresar. Las palabras resbalan como asqueadas. Parecen no tener un significado más allá del absurdo...

miércoles, 2 de diciembre de 2009

The Nails

I walk towards thee
Away from the sullen despair
Where for reachest thou
Not thy hands out
As to save me from death
Thou my only friend

The angelic form wept
Bruised and bewildered
And my dreary steps now seems heavier than ever

I see the same thing happen over and over again
I feel everything around me culminate

No heaven
No angels either
I cut off my own white wings and further down I fall
To lost and empty sceneries
The frozen tapestry reduced to nothing
I enter unwillingly

Joyful am I unknown by all but thee
A dream woven perfectly into the eye unified
A butterfly

Soaring the perfume air of spring at last in bloom
Covet to depart from reality
And all the dark fantasies
Pure at heart

These wounds can never heal
These wounds cannot be sealed
The torments I've endured seemed endless
Like the nights through which I wandered sleepless
And never can
They wither

These hands can never heal
Maybe you can
A destructive force indeed
Like the nails through Jesus once
Just a single smile
Or someone that cares
Unlike all the while

Mirror
Arth thou my enemy?
Arth thou my murderer?
Or arth thou nothing?
But an illusion I can reach beyond

Love
Arth thou my saviour?
Arth thou my absolute?
Or arth thou nothing?
Like the ones who came before

Death
Arth thou my destiny?
Arth thou my sanctity?
Or arth thou nothing?
Like the hollow state I know

Butterfly
Arth thou my fate?
Arth thou my manifest?
Or arth thou nothing?
But the perfection of myself

Mirror
The lying whore

Love
The door

Death
The key

Butterfly
The eye unified

Joyless

viernes, 27 de noviembre de 2009

"¡Denme de beber, que no tengo sed!"

Autor que mi memoria ha olvidado, pero qué más da si la esencia está ahí.

Una apresurada aglomeración de breves palabras para expresar la contradicción dualista del sentimiento de extinción... "Necesito que algo me motive a existir, sin embargo no sé si lo desee realmente,.."

Nadie está solo

En este mismo instante
hay un hombre que sufre,
un hombre torturado
tan sólo por amar
la libertad. Ignoro
dónde vive, qué lengua
habla, de qué color
tiene la piel, cómo
se llama, pero
en este mismo instante,
cuando tus ojos leen
mi pequeño poema,
ese hombre existe, grita,
se puede oír su llanto
de animal acosado,
mientras muerde sus labios
para no denunciar
a los amigos. ¿Oyes?
Un hombre solo
grita maniatado, existe
en algún sitio. ¿He dicho solo?
¿No sientes, como yo,
el dolor de su cuerpo
repetido en el tuyo?
¿No te mana la sangre
bajo los golpes ciegos?
Nadie está solo. Ahora,
en este mismo instante,
también a ti y a mí
nos tienen maniatados.

José Agustín Goytisolo

Oración

No más amaneceres ni costumbres,
no más luz, no más oficios, no más instantes.
Sólo tierra, tierra en los ojos,
entre la boca y los oídos;
tierra sobre los pechos aplastados;
tierra entre el vientre seco;
tierra apretada a la espalda;
a lo largo de las piernas entreabiertas, tierra;
tierra entre las manos ahí dejadas.
Tierra y olvido.

María Mercedes Carranza

Fernando Pessoa

"Pienso, en ocasiones, que quisiera cometer todos los crímenes, todos los vicios, todas las acciones bellas, nobles, grandes, beber la belleza, la verdad, el bien, de un solo trago, y dormirme después para siempre en el pacífico seno de la Nada. Déjenme llorar."

Diarios.

Kostas Karyotakis

«Cada realidad me es repulsiva. Voy a pagar por cada uno que no podía encontrar ideales en su vida, por los que siempre quedaron reos de sus vacilaciones o consideraron su vida como un juego sin sustancia alguna. Les estoy viendo a ellos viniendo cada vez más a lo largo de los siglos. A ellos me estoy dirigiendo.
Después de aprobar todos los placeres, estoy listo a morir indignamente. Lo siento solamente por mis desgraciados padres, por mis hermanos. Pero me voy con honor».

Escrito en su última nota antes de suicidarse.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Qué placentero es respirar

En soledad el hombre vive sin corromperse, pero se desgasta progresivamente al hundirse en lagunas mentales que lo sumen en la total angustia. En sociedad el humano puede empezar por fingir reír hasta creer que es feliz, pero se corroe y bestializa hasta sucumbir a los excesos... Las grandes masas urbanas nos enferman, y demasiada soledad puede llegar a sernos la lacra más desleal del mundo... ¿Alguna alternativa parece mejor?

lunes, 23 de noviembre de 2009






Ja! No por nada la mayor parte de las grandes mentes brillantes se enclaustraron ¿Por qué? Porque el ansiar a otro es una enfermedad vacía y un verdadero y soberano desgaste de tiempo. Quizá anhelaban, ansiaban, pero este deseo no cruzaba las fronteras de los sueños. Una cosa es tener naturaleza humana, otra es depender meramente de ésta.

Imaginarium


















A veces extraño a un desconocido. A veces hasta ni siquiera me importa caer en esa vacuidad mental a la que llaman anhelo, y lo espero, y lo imagino, respiro su aroma a soledad, siento su aliento sobre mí. Es tan lejano e inexistente. Nefasta obsesión,..

Qué fácil es caer y sumirse en ese engaño ilusorio. ¿Y qué más da? ¿Acaso el deseo no consumado tambien es perecedero? Y aunque me consume como una enfermedad, como una dulce adicción, por momentos me hastía. A nada más que al inexorable vacío pueden llevar la espera y los deseos humanos. Vivo suspendida en una quimera imaginaria, amo a una silueta desconocida y a ratos no me importa. Abismo fatalmente exquisito de la incertidumbre...

viernes, 20 de noviembre de 2009

Descomposición letárgica

Cinco de la mañana. "Estaba pensando en lo inusual de..." Estas palabras recurren a mi cabeza una y otra vez, pero jamás las consumo con algo verdaderamente inusual. De hecho quedan inconclusas. Ya no tengo nada qué expresar. Jamás termino mi bosquejo mental. Aspiro a la iluminación, pero jamás llego a concretar nada más que ideas sueltas y repetidas que comienzan a deformarse hasta desaparecer. Constantemente busco qué decir, cómo decirlo, cuándo decirlo y, sin embargo, no consigo traspasar los límites de mis quimeras. Sueño demasiado y doy a luz tan mezquinamente. Una artista que no crea. Un filósofo que no medita. Marioneta sin hilos que planea buscar pero no busca. Mi estancia terrenal no ha transcurrido más que en una simple divagación mental ¿Y de qué sirve si el hilo de los pensamientos es tan frágil? Imagino, me desvelo constantemente intentando dilucidar ideas reveladoras. Y a veces hasta llego a creer que por un breve intervalo lo logro ¡pero tan poco me dura este estado de claridad espiritual! Carpe diem. A veces creo tener la verdad, poseedora irrevocable de arcanos indescifrables ¡pero qué fragilidad! Luego todo parece haberse extinguido y me precipito sin quererlo al despeñadero de pobredumbre y creo no comprender nada, y me veo inmiscuída en una maraña impenetrable, en donde no hay cabida para los nuevos descubrimientos, donde no existe nada más que la decadencia progresiva y la espera interminable de que de una vez por todas se autoaniquile este letargo de mierda, este adormecimiento sofocante. ¡Necesito existir! ¡Necesito tener el sentimimiento palpitante que alguna vez tuve! Vivo suspendida en esa espera atroz. Ingenuamente aguardo a que mi estado de somnolencia mental se autoflagele, pero ¿es eso posible? ¡patrañas! ¡esperanzas fallidas de quien espera perdido entre lapsos de sueños sin destino! Sueño, sueño, divago y auqneu me enferma y destroza , no termino jamás de girar en torno al mismo dilema. Palabras repetidas, sensaciones repetidas. Estoy hastiada de repetirme el plato una y otra vez. Estaba pensando en lo insólito de... Y, en todo caso, ¿hay algo que me estremezca de tal modo que me haga llamarlo insólito, inusual? ¡Nada me mueve! ¡Nada me destroza de sentimiento desbordado! ¡No hay cabida para los hallazgos que cataclismen mi acostumbrada y podrida solidez mental de mierda! Lo único que me destroza, que me asfixia hasta enfermar es mi inepta autocompasión, pero es precisamente ésta la que me sume en aquel aturdimiento letárgico, que me mantiene estática, atada a las cuerdas oxidadas de la vida sin rumbo, sin sobresaltos, maquinizada a tal punto que llego a ser una pieza más entre las masas uniformes que desean lo mismo, piensan lo mismo, hacen lo mismo ¡esperan lo mismo! Y continúo sumiéndome en la inercia letal. Muero lentamente... y no hago nada por impedirlo...

miércoles, 11 de noviembre de 2009

El perdido de la masa

Buscador de las verdades, espíritu insaciable de sabiduría, aniquilador de hipocrecías, señor del desengaño ¿Cuándo se calmarán los torbellinos del conocimiento? Los humanos en masa te menosprecian, te creen una simple espina entre sus "felices" rosales... La vida misma te ha saturado de sufrimientos y desdichas ¿Y aún así no se desvanece tu rara esencia? Por el contrario, tus colosales dolores han arraigado aún más tu sed de luz, de una respuesta definitiva a esta existencia a veces absurda. Yo sólo me he nutrido de tu sombra, nisiquiera he logrado vislumbrar tu rostro. A duras penas consigo seguir tu silueta. Me pierdo continuamente entre sueños y vicios. Me he convertido en la larva que antes reproché a otros, mientras tú sigues el camino que alguna vez deseé trazar...

sábado, 7 de noviembre de 2009

"Cuando se ha perdido todo, cuando ya no se tiene esperanza, la vida es una calamidad y la muerte es un deber." François-Marie Arouet Voltaire

viernes, 6 de noviembre de 2009

¿Por qué tan neciamente algunos quieren ser parte de la propia lacra que aborrecen? ¿Por qué se esfuerzan por perecer?

"En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser."

William Shakespeare

Auto-ateización

"Trate de escuchar", susurra Alma. "Se lo ruego. ¿No escucha lo que digo? Ahora trate de responder."
Elizabeth levanta la cara de las maos. Está desnuda, bañada en sudor. Luego mueve la cabeza con lentitud:
"Naba, absolutamente nada. Nada."
"Está bien. Así debe ser".

Fragmento film "Persona", de Ingmar Bergman

viernes, 9 de octubre de 2009

Anhelo...

Es mejor soñar con la dulzura de la incertidumbre que vivir en la miseria de lo real? Es mejor vivir en un mundo de pensamientos inconcretos, de ensoñaciones utópicas para no vivir el dolor de aproximarse al acantilado, a la desaparición irreversible de aquello que pudo ser...? Cuando algo que se anhela se logra poseer, poco a poco se precipita a su fin ¡Si tan sólo pudiésemos desear y adorar sin obtener nada a cambio! ¡Pero el maldito sentimiento de que siempre todo nos pertenezca nos invade como una droga encequecedora!

martes, 6 de octubre de 2009

Miseria mental y bestialidad. Eso es amor, esa palabra tan "bella" que endulza las muecas de lascivia de la quimera humana.

lunes, 5 de octubre de 2009

Asimetría

--¿Qué ocurre?--
--Nada.

--¿Y por qué tienes esa cara?--
--¿De qué hablas?.

--De esa mueca que pones cuando...--
--¿Por qué no te callas? ¿Por qué sencillamente no cierras la boca y no dejas que las cosas sigan su curso? ¿Por qué te es tan necesario preguntar con palabras envilenciendo los silencios saturados? ¿No puedes verlo? Sé por qué te extrañas... Sé por qué no comprendes...

--¿Por qué dramatizas todo sin que haya odisea alguna?--
--¿Ves? ¡Compréndelo! Tu esencia y la mía son entes paralelos. Ahora, por favor, deja tus palabras prostituídas y vete...

Palabras prostituídas...

sábado, 3 de octubre de 2009

Garabatos mal escritos

In this night of silence, I would wish to have your sweet essence near of me... If you think, for a big coincidence, in my miserable existence, I ... I might cheat myself. I might think that bitterness is so sweet, so delicious...

viernes, 11 de septiembre de 2009

Evgen Bavcar


No ve porque es ciego pero mira porque es fotografo. Una ojeada sin mirada.

"Pasea con un sombrero de ala ancha que le impide golpearse todo el tiempo.Ha manchado con tinta sus anteojos y tiene colgado un pequeño espejo para que las personas que dialogan con él vean sus reflejos y no se incomoden por estar hablando con un ciego."

"El cuerpo, de acuerdo a San Abraham Eremita, es la casa del diablo en donde se pierden los hombres; es el génesis de la maldad y el origen de la condena eterna por lo que debe tratarse como lo que es: un depósito inagotable de estiércol y porquería.

El consejo es incuestionable: debes dejarlo tal como está. Si lo lavas justificas el mal que contiene, si lo cuidas le imprimes un valor y una dignidad de la que carece; desnudarlo, es abrirle la puerta a la tentación. Por eso la pureza del cuerpo y sus vestidos significan la impureza del alma.

Evita el pecado, subscribe la hidrofobia. Sálvate como a salvo quedó San Abraham Eremita, quien permaneció cincuenta años sin bañarse, viviendo en perfecto olor de santidad."

Joel Peter Witkin


"La obstinada impureza permite acceder a la salvación, y es en la oscuridad y degradación, en lo abyecto y ruin en donde se encuentra la fuente de una nueva vitalidad”

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Candy...

"Cuando recibes una segunda oportunidad, no debes olvidar lo frágil que es ese instante."

Cada mañana ella despierta luego del mediodía. La luz que entra por los cristales es lo único que la despoja del agridulce letargo del sueño. Sí, un nuevo día. Ya pasamos al siguiente. Ya se aproxima el anochecer. ¿Ya es lunes? ¿No? ¿Martes, quizá?

Abre los párpados con desdén. Otro día más en el espectáculo de marionetas suicidas ¿Habrá carnicería para culminar el atroz desfile? No, no habrá ningún bocado. El único ágape será el de sentarse frente al televisor indiferente y engullir con desazón mierda para aplacar la ansiedad del vacío. Con algo tienes que llenar el hueco del sinsentido.

Sí, lo sabe, inevitablemente sabe que los segundos transcurren. Otro maldito día más. A penas oye la lluvia caer. Afuera llueve hermosamente, pero no lo sabe, sólo son gotas de agua que caen verticalmente en su mundo difuso. "Qué martirio el de sentir la constante respiración una y otra vez luego de despertar ¡me estoy ahogando en mi respiro!" Abre los ojos, exhala con hastío y ve el cuadro inconcluso. Todas las mañanas --¿o tardes?-- lo observa sin cambios, igual que ayer, que antes de ayer, que hace un mes atrás. "Jamás será una cándida mariposa". Los mismos huesos desmesurados y mal pintados, la mueca monótona de horror en su rostro. Cuando la desesperación la monstruificó de tal forma, necesitó plasmarla en algo, y sintió cierto aire de ligereza. Era una vértebra menos en su espina dorsal. Mas ahora que el maldito rostro la mira a diario con sus ojos vacíos, se siente más enferma que al principio. Malditas manos, maldita pereza hostil, maldito lienzo. Nunca lo terminará...(?¿) ¿La alienación tiene límite?

Tres de la mañana, el cuerpo bañado en un sudor ponzoñoso. Afuera la lluvia cae y se apreta con rabia contra la tierra. Quiere estremecer su indiferente solidez. Pero nada, se mantiene impasible. Nada rompe su mónotona normalidad. Sólo un cataclismo sería capaz de estragarla y dejarle secuelas imborrables. ¿Hay que tocar fondo para despertar? El único inconveniente es que el fondo sólo existe en su forma más extrema, el fondo absoluto: la muerte. Ya es otro tema el del fondo mental, esa decadencia esperanzada que te hace creer que puede existir un mañana feliz aunque sigas siendo la misma carne macilenta que hace unos días. Patrañas.
Humani generis mater nutrixque profecto estultitia est...

Estulticia

¿Es menester una buena dosis de soledad para no tener el síndrome de la grandeza? ¿Sin secuelas dolorosas no puedes callar con humildad? Qué desperdicio. Qué desgaste de aire. Cuando comienzes a precipitarte por el despeñadero desierto, sin nadie que aprecie tus vacíos, entonces, sólo entonces, volverás a la mueca de dulzura agridulce. Aunque jamás volverá a ser dulce, si es que alguna vez lo fue.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Tsss

El hombre ha nacido para vivir entre las convulsiones de la inquietud o en la letargia del aburrimiento...

sábado, 29 de agosto de 2009

Fin

"He oído que el único cuestionamiento filosófico es preguntarse si suicidarse o no. Supongo que eso me hace un filósofo"

¿Hay límite?

A veces me preguntaba si existiría un punto límite en el que ya no cupiera más vacío, pero con el paso del tiempo comprendí que el "tocar fondo" es una mera ilusión creada por la tendencia que se tiene a la esperanza. "No es tan malo, podrías estar peor" "Hice de todo hasta que llegó un punto en el que toqué fondo y comenzé de nuevo". Excusas, fundamentos superficiales. El fondo no existe, el fondo absoluto sólo sería la muerte. No hay límite más que la inexistencia. Y lo peor de todo es que toda esta maraña de fracasos, vacíos y desencantos nos trastornan de tal modo que luego de un tiempo nos vemos viciados por este círculo enfermizo. La miseria se vuelve nuestra dosis diaria. "Quod me nutrit, me destruit".

jueves, 27 de agosto de 2009

Muerte a la inconsecuencia

Desearía poder partir tu rostro a golpes y quitarte lo único que posees que vale la pena. Luego sólo quedarían vestigios de la carnicería y lamentos desdeñosos saliendo de tu boca grosera. Cuánto desearía verte con los puños apretados, gritando de dolor y sometida a sentimientos suicidas. Sólo bastaría una pequeña dosis de sufrimiento para que te aniquilades: tu mente gira en una órbita tan simple que sólo necesita de una miseria de emociones efímeras y poco intensas para solventar tu vana existencia cotidiana.

lunes, 17 de agosto de 2009

Carne corroída


Una mano corroída, nada tiene de especial, sólo huesos fríos e irregulares. ¿Cómo una mezcla de músculos y tendones puede llevarnos a ser dios o el demonio? Por momentos creemos tener un corazón espartano, y por momentos somos menos que una peluza de inmundicia...

sábado, 15 de agosto de 2009

Hiel

Nada tiene demasiada miel realmente ¿Para qué fantasear con dulces sueños bañados en chocolate acaramelado cuando en realidad lo que nos inunda es una hiel espesa y amarga? ¿Para qué mentirnos ideando poemas de amor de seres que no son más que animales bestializados por la carne? ¡Acéptalo ya de una vez! ¡Los humanos son sólo carne sin trascendencia! !Nacerán, fornicarán y se vaciarán en placeres vacuos!

jueves, 6 de agosto de 2009

Un blues no es suficiente razón para morir

Ciudades vegetales
en miniatura
disfrazadas de árbol
de Navidad.

Tras los espejos
robando imágenes,
charcos de alquitrán
escupiendo manos.

Relojes biológicos
sonando por todas partes.

Harto de la afición del aire
por las cuchillas de afeitar,
criados en tierra de mareas.

Intento calcular
el momento en que todo
se vino abajo,
pero el artista
recibe el soplo del genio
solamente una vez.

Quizás sólo añore
el invierno
en un silencio
peor que las violaciones.

Yo veo un túnel
de telarañas blancas
donde las hojas
huyen de su casa.

No tenemos camino,
nuestra casa
se llama suicidio.

Vivo en la cara “B”
donde la pasión se funde
en el mundo sin tiempo.

En una ciudad, que te ruge hasta los huesos.

Marian Raméntol

martes, 21 de julio de 2009

Carne muerta

¿Qué es esto? ¿Cómo puede ser posible que un cuerpo albergue nada? ¿Cómo puede existir carne pútrida deambulando sin rumbo, y sin atesorar nada más que músculos lacerados y excrementos? Ya no hay nada, a aquel cuerpo que antes poseyó el asombro de los misterios de un parpadeo ya sólo le espera la inercia total, la desnaturalización absoluta: la inexistencia.

Cómo expresar aquel desaliento, aquel desamparo, que de tanta inercia llegan a ser vagos sentires, y sin embargo están, y el sólo hecho de saber que están nos sume en la total confusión... ¡pero nisiquiera esa peste fatal puede sentirse con intensidad!

miércoles, 8 de julio de 2009

Soledad

Al principio se siente un suave halo de desolación. Miramos a nuestro alrededor y no vemos más que nada. Un escalofrío recorre nuestra espina dorsal hasta dejarnos inmóviles mirando el vacío devorador que nos envuelve hasta asfixiarnos levemente. Miramos como buscando algo, volteamos la cabeza con la tenue esperanza de hallar a alguien por algún sendero cercano, mas nadie nos espera y, más aún, nadie hay ni por allí, ni allá ni en ningún lado. Este es el principio de la carnicería insaciable de la soledad y su hambre bestial.

Luego comienza el aislamiento; ya nos hemos resignado a deambular solos como viento sin rumbo. Caminamos por aquí y por allá, pero ya sin levantar la vista con la sensación abrumadora de la esperanza de hallar a alguien que se inmiscuya en nuestra pequeña y frágil burbuja a la que llamamos nuestra realidad. Ya no esperamos nada. Ya casi ni sentimos. Estamos viciados de tanta soledad. Movemos mecánicamente las piernas, andando a cabeza gacha, sin dirección fija, casi por inercia.

Por último, a todos estos ciclos les sucede la desencadenación de eventos más interminable: la maquinización total de todo transcurrir físico y mental. A estas alturas nuestra carne no forma más que una débil marioneta que divaga al azar por los hilos de su insensible locura. Ahora al menos sí se espera algo: el cenit del parpadeo de la vida.

miércoles, 1 de julio de 2009

Pensamientos desordenados en una noche desesperada

Anhelos humanos, placeres humanos, pensamientos humanos. Nebulosa, neblina asesina. El durante lo es todo, sólo por ahora. Sueños efímeros que no tardarán en desvanecerse como el rocío en las mañanas; sueños que se filtran un segundo por nuestros ojos y luego se fugan como huyendo de la muerte. Sentimientos que se reencuentran un minuto, y al siguiente ya han caducado. El límite ¿Qué clase de límites puede tener tal cosa? ¿Qué clase de límites pueden tener los humanos y todo aquello que pueda albergar dicho ser? ¿Qué existencia es duradera en nuestra realidad? ¿Cuál es la conexión entre una cosa y otra? ¿Entre una célula y su compañera? Mediocridad. Deseos de superación, de reflejos perfectos, de instinto homicida en un afán obsesivo por erradicar la normalidad de un parpadeo, de un gesto, de un discurso, de un día, una década ¡una vida entera!. Anhelo por eliminar una rutina enseñada e incrustada en cada neurona de nuestro cerebro también ya diseñado, ya conocido, ya descrito. Locura ¿Qué mierda es eso? ¿Qué mierda, qué valor tiene cada letra de cada palabra? ¿Qué sentido tiene eso o lo otro, o aquello o el vuelco de una hoja por el soplo desesperado de un último halo de vida, o lo que sea, cualquier clase de infinidad, o término? Sin fuerzas. Nuevamente el sentir lo es todo: el sentir de ayer da asco, se sienten ganas de expulsar todo el pasado, como si fuera una peste que no deja tener una existencia llevadera; el sentir de ahora augura esperanzas de un cambio radical en la configuración de la esencia humana, esencia que se hace pestilencia cuando la verdad del parásito que somos nos hace languidecer, esencia imposible de transformar a algo más deslumbrante, porque humana es y humana seguirá siendo. Sin embargo, el sentir del ahora susurra al oído promesas en las que se traspasa la regla del principio y término del tiempo, porque los días inevitablemente envejecerán como arrugas irrevocables del espacio, y, al fin, todo cuanto sentí en mi honda desesperación del ahora será exterminado por la acostumbrada cotidianeidad, el mecanismo de un vivir que no tiene sentido y lo tiene a la vez, por momentos, porque el momento lo es todo, y todo seguirá igual,; el curso de un río no cambiará de rumbo sólo porque en determinado instante llueva. Esas gotas se acoplarán al agua del río y se acostumbrarán a esa normalidad. Y el ciclo continuará eternamente, porque la mediocridad va de la mano contigo. Quizá, algún día, el cielo se canse de regalarte su valiosa lluvia y cuando eso ocurra, en el caudal de tu manantial ya no habrán más oportunidades, más destellos de clarividencia divina, infinita; cuando ese día llegue no serás capaz ni de reparar en que eres una parte insignificante e igual a las otras miles de partes que conforman la masa de la humanidad. Tus pensamientos estarán definitivamente acostumbrados a vivir en una cueva oscura y fía, hasta los recuerdos fugaces y confusos de antaño, aquellos antiguos recuerdos de desesperación por no salir del círculo y entrar de una vez por todas al universo de la verdad, ya en aquel momentos esos recuerdos sólo te provocarán una leve sonrisa, quizá de vergüenza, quizá de sarcasmo. He ahí el momento en el que serás por completo del bando del que ahora te resistes a fundirte por entero. Ahora eres débil y oscilas entre un lado y el otro, eres un péndulo que a intervalos se cae a pedazos, y a ratos espera con ansias a que llueva un agua fulminante que te cambie rotundamente, que te renueve, que te haga perfecta…

martes, 30 de junio de 2009

Fiebre

–Falta poco, poco…sólo un rato más –. Fernando gemía de fatiga, el cansancio embriagador que lo consumía se tornaba cada vez más agobiante y mortífero. A ratos caía en ensoñaciones, producto de la languidez que sentía desde hacía casi tres días, tiempo durante el cual había resistido sin agua ni bocado alguno, en la habitación de la pensión que arrendaba cerca de la universidad, pues el dinero que su padre le mandaba con tantos esfuerzos cada semana se le había extraviado. Los cambios que venía experimentando desde hacía unos meses, luego de haberse mudado a Puerto Montt a estudiar y haber dejado al resto de su familia en Arica, lo había cambiado en superficie rotundamente. La melancolía del sur lo había extinguido, ya no era el Fernando bueno para las bromas y salpicado de ese humor tan innato y contagiante en él, sino que ahora se hallaba aislado en su porción de espacio, aquel lleno de libros y hojas desparramadas por doquier. El fracaso en su carrera lo minimizaba, lo escondía y lo extraviaba del hombre seguro que antes fue. –Si tan sólo no hubiese perdido esa poca plata…pero en fin, el cuerpo debe aguantar lo que la mente diga que deba…Alfredo ya debe estar por llegar ¿o no?, ¿dijo que vendría o lo soñé?... –. Argüía en su mente. Con frecuencia no podía distinguir entre la realidad y sus propias quimeras, y menos aún en ese estado de desfallecimiento que le nublaba la vista. Luego de un rato, volvió a caer en una nueva ensoñación, un nuevo letargo que a momentos se escurría por entre las gotas de lluvia que entraban por la ventana que no podía cerrar a falta de fuerzas. Ya nada importaba, ni la lluvia, ni los muebles mojados, ni la alfombra empapada, ni siquiera lo iracunda que estaría la dueña de la pensión cuando viese el espectáculo de la habitación. Así, en ese estado de alucinación, comenzaron a llegar a su mente polvorientos recuerdos; imágenes de antaño, de su niñez, cuando se movía de un lugar a otro con su minúscula silla de ruedas; sus eternas navidades en el hospital. Toda la maraña de recuerdos pasaba frente a sus órbitas al igual como les ocurre a los que están a pasos de perder para siempre la noción del frenesí de la vida. De pronto, como por arte de magia, una de las imágenes se quedó estática. Fernando comenzó a revivir viejos momentos.
– ¡Ay! ¡Por favor! ¡No! – se veía a sí mismo gritando animalmente, segundos antes de que empezara la cirugía. La única forma de llevar a cabo los procedimientos era a través del quiebre total de los huesos de sus piernas para luego reubicarlos derechamente con el yeso sin utilizar anestesia, pues durante su vida, Fernando había tenido tantas operaciones a causa de sus huesos de cristal, que su corazón podría dejar de latir en cualquier momento. Con los ojos desorbitados y los dientes apretados se preparó unos segundos para la odisea. Primero lanzó unos alaridos casi inhumanos; el dolor era inimaginable, le oprimía la piel, la garganta. Jamás creyó que tal cosa pudiese sentirse en la carne humana ¿Cómo era posible que aquella insignificante masa con sangre y huesos pudiera abrigar sensibilidades tan extremas?
Las vivencias seguían aflorando y el dolor que aquellos recuerdos le producían le agobiaba aún más que el propio cansancio. De un momento a otro, regresó al secreto mundo del pasado y vio su rostro pueril, sus rasgos de niño inocente, su mirada carente de toda corrupción. Observó con atención a los demás niños que lo rodeaban y le avergonzó su cuerpo anormal postrado en una silla de ruedas, con “fierros” en las piernas, como si estuviese viviendo todo nuevamente. Se hallaba en el colegio.
Fernando no supo cómo, pero desde que comenzó a vislumbrar las imágenes algo se trastornó en él, algo que se mantuvo escondido por largos años. Sentía cómo las lágrimas se derramaban por sus mejillas, sin control alguno y volvió a la realidad. A la monótona realidad de siempre. De una vez por todas se vio a sí mismo tal cual era, en las verdaderas condiciones en las que se hallaba: postrado y con el rostro desvanecido por el cansancio que significaba no tener qué comer. Sintió el peso de sus párpados, llegó a creer que su cuerpo entero era una carga pesada, imposible de transportar. Los deseos por probar manjares se habían esfumado. Ya sólo quedaba su fatiga, los recuerdos oscuros de su pasado y él, la masa de huesos que estaba al borde de la inexistencia. Fernando comprendió, aún en aquel deplorable estado casi de inconsciencia, lo absurda que es la vida, lo absurdo del sufrimiento humano. Entendió, gracias a los recuerdos tristes de su niñez, lo inevitablemente superficial de la vida, la extrema dependencia a las sensaciones corporales. El sentir lo es todo.
Parecía un demente al pensar en todo aquello, ¿Qué clase de persona recuerda episodios sombríos de su pasado y especula pensamientos nuevos?
A pesar de carecer de energía para poder moverse, sus pensamientos se agitaban vertiginosamente, como si se precipitara a la muerte, como si sintiera el fervoroso deseo de hacer todo lo que le fuera posible, en esas condiciones, por llevar a cabo lo que antes no pudo, a causa de la ajetreada vida de la universidad. Las vivencias, las enseñanzas, las ideas, todo brotaba sin destino alguno. Y la puerta sonó. Sus párpados estaban a punto de cerrarse, pero esta vez no para nadar en lagos de ensoñación, sino para cruzar el fin de la vertiente de la vida. Pero la puerta sonó. Alguien sabía que existía.



(Viejo cuento hecho para un fallido concurso, hace unos años atrás)

martes, 23 de junio de 2009

Aniquilamiento

En aquel círculo vicioso no existía ninguna clase de fondo abismal para tocarlo fugazmente y luego volver a ser carne no inerte, llena de sensaciones intensas e ideales de una existencia plena. No. Eso tan sólo era una utopía para aquel que tiene esa tendencia suicida encarnada en su mezcla de huesos, sangre y carne mutilada. El único camino posible a tomar en el círculo del vicio es la inercia consumada: la muerte sin posibilidad de retorno para ser alguien que está y que no sólo existe, porque todo existe: una roca, un árbol un perro... y no por ello posee un "alma", una maraña de deseos y sueños...

sábado, 13 de junio de 2009

Rito a la Locura I: Lucidez mental

Cuando todo es tan monótono, cuando las gotas de lluvia caen demasiado igual; cuando los amaneceres tienen el mismo tinte de todos los días; cuando hasta el caminar se hace tan igual y aburrido, surge, por fin, algo tan estúpido y monótono como todo lo demás, y decimos estúpido y monótono como todo lo demás porque ¿Cuántas otras ideas similares han surgido, con la creencia de que serán algo nuevo y revolucionario para la humanidad, no obstante siguen siendo los mismos pensamientos que ya han sido pensados por innumerables personas?, pero en fin, lo que ha surgido, como decíamos anteriormente, se llama filosofía de la locura. He ahi el punto en donde la realidad y la poca cordura se unen y dan a luz a la creación impermutable que no logra desaparecer nunca, pues la monotonía está en cada respiro y en cada célula de cualquier cuerpo. Pues bien, como se decía, aparece la tan conocida locura --sólo entre comillas conocida, ya que muy pocos cuentan con el privilegio de llegar a tales límites. La locura no es un nivel al que llegue cualquiera, porque la gran mayoría, las masas, sucumben en el camino de sus aburridas y trastornadas vidas quedándose en la inercia, viven como verdaderas máquinas del consumismo, de su estructura social y, en fin, de sus humanas vidas--. Aquella locura es una virtud que traspasa el realismo casi falso de lo que llamamos vida, es el romper normas preestablecidas, pues, al fin y al cabo, se vive en un mundo sin sentido, sin dirección, sin rumbo, sin destino certero aparente. Y esa carencia de metas da como resultado lo ilógico enlazado con lo lógico --aquí entran en juego la contradicción, todo es contradicción y contraste--, lo normal con lo poco corriente...

miércoles, 10 de junio de 2009

El hombre vacío

Todo lo domina una especia de gran inercia, un vacío soberano. Artaud siente que ese vacío lo penetra. "Cuando he creído que rechazaba el mundo, ahora sé que rechazaba el vacío", y luego agrega: "Lo que he sufrido hasta ahora es por haber rechazado el vacío que ya estaba en mí". Ese vacío es el que la gente acepta, y al que la mayoría se entrega para tener la ilusión de existir; pero además ese vacío penetra aún en los que se resisten. Es entonces cuando Artaud se ve impelido a exclamaer: "No hay ninguna razón de existir".

domingo, 7 de junio de 2009

El pasado es un sueño; el futuro, un espejismo; el presente, una nube que pasa.

sábado, 6 de junio de 2009

Where were you then?
Who else was there?
Saying what?
Why will the whole of love come on me suddenly
when I am sad and feel you are far away?


(maraco Neruda)

viernes, 5 de junio de 2009

Pudrimiento

Cuando el filósofo supo que la fortaleza de la virtud había sucumbido comenzó a rendirse a sus deseos...Su apetito ya no podia ser saciado, ya no percibía sabor: se encontraba inevitablemente aniquilado.

El rumbo de tus sueños

Jamás te recuerdo,
porque nunca te olvido,
tu cuerpo fue la guarida,
favorita de mi cuerpo.

Hay un estela de ausencia,
de coincidencia literaria,
de locas armonias,
de piel azteca.

Y ahora tengo las arterias,
llenas de etcéteras,
y un corazón espartano,
y unas manos,
que creen en los milagros.

Pero son tan perezosos,
son tan impuntuales,
que hermosas tus tristezas,
como las mias fatales.

Al límite de un temblor,
de conspiración divina,
el rumbo de tus sueños,
coincide con mis pesadillas.


Neblina ponzoñoza que envenena recuerdos; antes fueron marañas ahogadas en éxtasis; y ahora, tan sólo una vaga sensación de angustia por una ausencia que poco a poco va desvaneciéndose... Un adiós fue, ya no hay más adioses...

El hombre en un mundo anormal

Artaud dice en su "Van Gogh": "No es el hombre sino el mundo el que se ha vuelto anormal". El mundo ha perdido su inocencia primordial, y en la actualidad padece una locura colectiva de grado creciente, locura sistematizada y razonable que excluye a todo aquel que pretende asumir su yo personal en plenitud. Todos los actos individuales son antisociales", frase que sería necesario comentar diciendo que eso ocurre cuando una sociedad (como la actual) es fundamentalmente antihumana ¿Qué cosas le reprocha Artaud al mundo de hoy? Habla de faltas graves e irredimibles: "este mundo servil", en él "no hay amor, nisiquiera odio, todos los cuerpos están repletos hasta el hartazgo, las conciencias resignadas, no hay más que una inmensa satisfacción de inertes" (Cartas de Rodez)

"Esta civilización tiene por leyes: aquel que está desprovisto de máquinas, cañones, armas, bombas, gases asfixiantes, se convierte en presa de sus vecinos o del enemigo más armado". De una sociedad así podría decirse que padece de la voracidad de lo inerte, o en otras palabras, que está planeada para arrastrar al hombre a la servidumbre.

Y Artaud continúa sus acusaciones: "Todo lo que vivimos es sólo una fachada" En efecto, no sólo habitamos un mundo absurdo e injusto, sino falso. Lo absurdo y lo falso son exactamente los dos componentes que se atribuyen a la locura. El mundo es absurdo porque el hombre vive sin comprender el sentido del producto mismo de sus creaciones (a consecuencia de lo que podría definirse como el mal uso de lo creado); es falso fundamentalmente porque el valor concreto del "hombre" ha sido sustituído por el valor abstracto "masa", y la simbiosis real que constituyen la carne y el espíritu, por una resultante estadística, o sea por un ente numérico.

Fragmento Prólogo Van Gogh: el suicidado por la sociedad, de Antonin Artaud

El Reino de este Mundo

Ti Noel había gastado su herencia y, a pesar de haber llegado a la última miseria, dejaba la misma herencia recibida. Era un cuerpo de carne transcurrida. Y comprendía ahora que el hombre nunca sabe para quién padece y espera. Padece y espera y trabaja para gentes que nunca conocerá, y que a su vez padecerán y esperarán y trabajarán para otros que tampoco serán felices, pues el hombre ansía una felicidad situada más allá de la porción que le es otorgada. Pero la grandeza del hombre está precisamente en querer mejorar lo que es. En imponerse tareas. En el Reino de los Cielos no hay grandeza que conquistar, puesto que allá todo es jerarquía establecida, incógnita despejada, existir sin términos, imposibilidad de sacrificio, reposo y deleite. Por ello, agobiado de penas y tareas, hermoso dentro de su miseria, capaz de amar en medio de las plagas, el hombre sólo puede hallar su grandeza, su máxima medida en el Reino de este Mundo.

Fragmento El Reino de este Mundo, de Alejo Carpentier

sábado, 23 de mayo de 2009

Pobreza imaginativa es aprenderse códigos de memoria (Unamuno)

“Vous qui ne voyez pas, pensez a ceux qui voient” Hay todavía demasiados “adolescentes que hallan placer en violar los cadáveres de hermosas mujeres recién muertas” (Lautreamont), sin advertir que lo maravilloso estaría en violarlas vivas. Pero es que muchos se olvidan, con disfrazarse de magos a poco costo, que lo maravilloso comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge de una inesperada alteración de la realidad, de una iluminación inhabitual o singularmente favorecedora de las inadvertidas riquezas de la realidad, de una ampliación de las escalas y categorías de la realidad, percibidas con particular intensidad en virtud de una exaltación del espíritu que lo conduce a un modo de “estado límite”. Para empezar, la sensación de lo maravilloso presupone una fe. Los que no creen en santos no pueden curarse con milagros de santos, ni los que no son Quijotes pueden meterse en cuerpo, alma y bienes en el mundo de Amadís de Gaula o Tirante el Blanco.

Alejo Carpentier

jueves, 21 de mayo de 2009

Baso estaba en la misma montaña sin hacer nada más que zazen día y noche. Un día el maestro Nangaku preguntó a Baso: “Señor, ¿Qué hace usted aquí?” “Hago zazen”, respondió Baso. “¿Qué espera conseguir haciendo zazen?”, preguntó Nangaku. “Sólo intento ser un Buda”, le contestó Baso. Al oír esto Nangaku agarró un ladrillo y empezó a pulirlo. Baso se sorprendió y le preguntó “¿Por qué pules ese ladrillo?”. Nangaku respondió “estoy intentando pulir este ladrillo hasta dejarlo como un espejo”. Y Baso volvió a preguntarle “¿Cómo puedes pulir un ladrillo hasta dejarlo como un espejo?”. Nangaku le respondió “¿Cómo puedes sentarte hasta ser un Buda?”.

Shibayama
Y sin embargo, si todos los deseos se vieran satisfechos en cuanto despiertan, ¿En qué ocuparían los hombres su vida, cómo pasarían el tiempo? Imaginemos a esta raza transportada a una utopía donde todo creciera espontanéamente y los pavos volaran asados, donde los amantes se encontraran sin más demora y supieran permanecer juntos sin mayor dificultad: en semejante lugar algunos hombres se morirían de aburriemiento o se ahorcarían, otros lucharían y se matarían entre ellos, y así crearían por sí mismos más sufrimiento del que la naturaleza les causa tal como es ahora.

Arthur Schopenhauer

He ahí la clave de lo más cercano a la felicidad: el cambio constante por ciclos de diversa índole y a la vez es imprescindible estar saturados de hambre (lo cual conlleva a tener un objetivo por el que fatigarse placenteramente)...

miércoles, 20 de mayo de 2009

El Túnel

¡La hora del encuentro había llegado! Pero ¿Realmente los pasadizos se habían unido y nuestras almas se habían comunicado? ¡Qué estúpida ilusión mía había sido todo esto! No, los pasadizos segían paralelos como antes, aunque ahora el muro que los separaba fuera como un muro de vidrio y yo pudiese verla como una figura silenciosa e intocacle... No, ni siquiera ese muro era siempre así: a veces volvía a ser de piedra negra y entonces yo no sabía qué pasaba del otro lado, qué era de ella en esos intervalos anónimos, qué extraños sucesos acontacían; y hasta pensaba que en esos momentos su rostro cambiaba y que una mueca de burla lo deformaba y que quizá había risas cruzadas con otro y que toda la historia de los pasadizos era una ridícula invención o creencia mía y que en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida. Y en uno de esos trozos transparentes del muro de piedra yo había visto a esa muchacha y había creído ingenuamente que venía por otro túnel paralelo al mío, cuando en realidad pertenecía al ancho mundo, al mundo sin límites de los que no viven en túneles; y quizá se había acercado por curiosidad a una de mis extrañas ventanas y había visto el espectáculo de mi insalvable soledad, o le había intrigado el lenguaje mudo, la clave de mi cuadro. Y entonces, mientras yo avanzaba siempre por mi pasadizo, ella vivía afuera su vida normal, la vida agitada que llevan esas gentes que viven afuera, esa vida curiosa y absurda en que hay bailes y fiestas y alegría y frivolidad. Y a veces sucedía que cuando yo pasaba frente a una de mis ventanas ella estaba esperándome muda y ansiosa (¿Por qué esperándome? ¿Y por qué muda y ansiosa?); pero a veces sucedía que ella no llegaba a tiempo o se olvidaba de este pobre ser encajonado, y entonces yo, con la cara apretada contra el muro de vidrio, la veía a los lejos sonreír o bailar despreocupadamente o, lo que era peor, no la veía en absoluto y la imaginaba en lugares inaccesibles o torpes. Y entonces sentía que mi destino era infinitamente más solitario que lo que había imaginado.

Fragmento El Túnel, de Ernesto Sábato


Hace mucho tiempo atrás leí esta genialidad: "El Túnel" (de Ernesto Sábato). Y sí, en nuestro repudio silencioso hacia la soledad, hasta en detalles como el leer, ver o escuchar algo que nos identifique, ya estamos aspirando a no estar solos, pues el tener en cuenta que existe alguien más que siente, piensa o vive lo mismo que uno, nos hace sentir menos solos (es una especie de repudio maquillado, pues no es novedad que en ocasiones nos descubramos deleitándonos en la melancolía de la soledad, sin embargo en esencia no es algo a lo que todo ser humano aspire, salvo, claro, raras excepciones). He ahí la magia de que existan artes que sacien nuestra hambre de existencia, pues la repulsión a quedarnos solos no es más que la el deseo ferviente de comprobar que existimos como ente.Y aunque seamos unos lobos esteparios casi innatos, la palabra casi ya nos da la esperanza de que puede existir ese algo que no nos precipite tan vorazmente hacía el barranco de la desolación. Todo esto puede ser una ilusión, un endulzamiento falso de la hiel de la verdad, pero sin embargo nos aferramos sin dudarlos a la creencia de ese algo que se inmiscuya entre la maraña de nuestro ser.

viernes, 8 de mayo de 2009