lunes, 17 de agosto de 2009

Carne corroída


Una mano corroída, nada tiene de especial, sólo huesos fríos e irregulares. ¿Cómo una mezcla de músculos y tendones puede llevarnos a ser dios o el demonio? Por momentos creemos tener un corazón espartano, y por momentos somos menos que una peluza de inmundicia...

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