viernes, 5 de junio de 2009

El hombre en un mundo anormal

Artaud dice en su "Van Gogh": "No es el hombre sino el mundo el que se ha vuelto anormal". El mundo ha perdido su inocencia primordial, y en la actualidad padece una locura colectiva de grado creciente, locura sistematizada y razonable que excluye a todo aquel que pretende asumir su yo personal en plenitud. Todos los actos individuales son antisociales", frase que sería necesario comentar diciendo que eso ocurre cuando una sociedad (como la actual) es fundamentalmente antihumana ¿Qué cosas le reprocha Artaud al mundo de hoy? Habla de faltas graves e irredimibles: "este mundo servil", en él "no hay amor, nisiquiera odio, todos los cuerpos están repletos hasta el hartazgo, las conciencias resignadas, no hay más que una inmensa satisfacción de inertes" (Cartas de Rodez)

"Esta civilización tiene por leyes: aquel que está desprovisto de máquinas, cañones, armas, bombas, gases asfixiantes, se convierte en presa de sus vecinos o del enemigo más armado". De una sociedad así podría decirse que padece de la voracidad de lo inerte, o en otras palabras, que está planeada para arrastrar al hombre a la servidumbre.

Y Artaud continúa sus acusaciones: "Todo lo que vivimos es sólo una fachada" En efecto, no sólo habitamos un mundo absurdo e injusto, sino falso. Lo absurdo y lo falso son exactamente los dos componentes que se atribuyen a la locura. El mundo es absurdo porque el hombre vive sin comprender el sentido del producto mismo de sus creaciones (a consecuencia de lo que podría definirse como el mal uso de lo creado); es falso fundamentalmente porque el valor concreto del "hombre" ha sido sustituído por el valor abstracto "masa", y la simbiosis real que constituyen la carne y el espíritu, por una resultante estadística, o sea por un ente numérico.

Fragmento Prólogo Van Gogh: el suicidado por la sociedad, de Antonin Artaud

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