sábado, 13 de junio de 2009

Rito a la Locura I: Lucidez mental

Cuando todo es tan monótono, cuando las gotas de lluvia caen demasiado igual; cuando los amaneceres tienen el mismo tinte de todos los días; cuando hasta el caminar se hace tan igual y aburrido, surge, por fin, algo tan estúpido y monótono como todo lo demás, y decimos estúpido y monótono como todo lo demás porque ¿Cuántas otras ideas similares han surgido, con la creencia de que serán algo nuevo y revolucionario para la humanidad, no obstante siguen siendo los mismos pensamientos que ya han sido pensados por innumerables personas?, pero en fin, lo que ha surgido, como decíamos anteriormente, se llama filosofía de la locura. He ahi el punto en donde la realidad y la poca cordura se unen y dan a luz a la creación impermutable que no logra desaparecer nunca, pues la monotonía está en cada respiro y en cada célula de cualquier cuerpo. Pues bien, como se decía, aparece la tan conocida locura --sólo entre comillas conocida, ya que muy pocos cuentan con el privilegio de llegar a tales límites. La locura no es un nivel al que llegue cualquiera, porque la gran mayoría, las masas, sucumben en el camino de sus aburridas y trastornadas vidas quedándose en la inercia, viven como verdaderas máquinas del consumismo, de su estructura social y, en fin, de sus humanas vidas--. Aquella locura es una virtud que traspasa el realismo casi falso de lo que llamamos vida, es el romper normas preestablecidas, pues, al fin y al cabo, se vive en un mundo sin sentido, sin dirección, sin rumbo, sin destino certero aparente. Y esa carencia de metas da como resultado lo ilógico enlazado con lo lógico --aquí entran en juego la contradicción, todo es contradicción y contraste--, lo normal con lo poco corriente...

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