jueves, 21 de mayo de 2009

Y sin embargo, si todos los deseos se vieran satisfechos en cuanto despiertan, ¿En qué ocuparían los hombres su vida, cómo pasarían el tiempo? Imaginemos a esta raza transportada a una utopía donde todo creciera espontanéamente y los pavos volaran asados, donde los amantes se encontraran sin más demora y supieran permanecer juntos sin mayor dificultad: en semejante lugar algunos hombres se morirían de aburriemiento o se ahorcarían, otros lucharían y se matarían entre ellos, y así crearían por sí mismos más sufrimiento del que la naturaleza les causa tal como es ahora.

Arthur Schopenhauer

He ahí la clave de lo más cercano a la felicidad: el cambio constante por ciclos de diversa índole y a la vez es imprescindible estar saturados de hambre (lo cual conlleva a tener un objetivo por el que fatigarse placenteramente)...

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