Defecando recuerdos y nuetriendo la carne humana con el límite de lo escatológico. La indecencia y la suciedad corrosiva pueden llegar a ser una de las formas de trascender la forma humana.
Todo es y nada es en un mismo intervalo de tiempo. He ahí la respuesta a la búsqueda insaciable de un por qué a todo cuanto percibimos. Por ello, este espacio va dedicado a razonamientos valiosos en cuanto a diversas interrogantes de la vida (o simplemente alguna evocación de un recuerdo añejado por el paso de las lunas); y aunque algunos postulados puedan tener un carácter contradictorio unos con otros, no por ello dejarán de tener sentido. Así es como toda forma comienza a trazar sus dimensiones: con una maraña de mezclas de diversas naturalezas.
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