jueves, 26 de agosto de 2010

¡Muchas palabras bonitas y poca sustancia!

¡Una nuerva forma de sociabilizar y sentarle bien a todos ha llegado! Fórmula a base de la conjugación perfecta de frases bonitas y palabras vacías, con las cuales usted podrá convencer hasta al más iluso escéptico de su indiscutible deseo de "honestidad e insondable bondad". Ya no tendrá que lidiar nunca más con esos molestos y embarazosos momentos en los que deba manifestar alguna verdad y ser por ello infravalorado y despreciado al caracterizarlo como un insignificante y estúpido energúmeno. ¡Ahora podrá falsear a la perfección, ser el centro de atención entre sus pares y ser el amigo superficial de todos!

Instrucciones de uso: Vierta el producto entre sus diálogos hasta sentir que está manipulando de buena forma lo dicho por otros. Intente ser alegre, en lo posible extrovertido, hable muchas incoherencias y adule por doquier. Si sigue todos estos pasos sentirá un leve murmullo interior que le hará sonreír y seguir fingiendo ante sus interlocutores aún si desea deformarles el rostro a patadas. Luego niegue cualquier vómito verbal defecado por su ano bucal y ría afablemente mostrando sus dientes "incorruptos", ocultando tras ellos, entre las circunvalaciones del paladar, el sarro solidificado de su hipocrecía.

Advertencias: Evite que sus dientes dejen entresalir la mierda, de lo contrario podría sufrir graves secuelas tales como ser tildado de vil persona y así aniquilar su hermosa reputación, aquella que ha forjado con tanto esfuerzo y sudor a base de los pisoteos y artimañas que ha maquinado con tan admirable esmero.
Su uso indiscriminado puede causarle daños irreversibles, provocándole incluso ceguera a usted mismo, lo cual podría conllevarle a distorsionar la realidad hasta nutrirse de mentiras tan indigeribles que podría terminar asfixiándose entre su propio excremento verbal.

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