martes, 5 de octubre de 2010

Coprolalia

Creo que la gente haría bien en padecer de coprolalia, para dejar de esconder el pudridero mental. ¿Por qué los humanos insistimos en caricaturizar todo para bajarle el perfil a las cosas y así esquivar lo real? ¿Por qué ese afán enfermizo de no aceptar nuestras formas grotescas, llegando al límite de la falsedad para ocultar lo inevitable? ¿Por qué tantas capas de palabrería barata para no entrever la sustancia cruda? Sí, definitivamente sería bueno gritar groseras obscenidades para liberar el vestigio de alma que nos queda. ¿Por qué no olisquear la mierda por un rato? ¿Para qué dibujar sobre el excremento corazones y sobre ellos un "te amo"? ¡El excremento es el excremento, nadie puede cambiar su forma! No porque tenga una procedencia nutritiva ha de conservar su esencia energética. Simplemnte con el tiempo se descompuso y mutó hasta ser un desperdicio fecal.
Creo que se me ha ocurrido algo clarividente. Todo me indica que el humano puede compararse perfectamente al excremento: en algún lejano momento de su existencia fue una masa nutritiva y deseable, más con el tiempo fue sufriendo transformaciones. Entre órgano y órgano, procesos y ciclos, fue adquiriendo formas contaminadas que fueron descomponiendo su esencia. Ya cuando nada más podía descomponerse, no le quedaba más que ser defecado por el músculo anal (la sociedad), hasta posarse en una minúscula porción de tierra, sin poder ocultar su escatológica y decadente forma.

O en realidad no sé nada, son sólo desvaríos momentáneos.

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